ROMA

Lo primero que dije cuando terminó ROMA fue: Puto Cuarón. Está magistral, un manejo de todo, usó el tiempo (de lenta tiene lo que yo de sueño en estos momentos NADA) de una manera tan tan espectacular (enjoy the silence) cada segundo se disfrutó, visualmente es una maravilla histórica de nuestro país, la ciudad de México como la vieron millones de personas, ya me imagino a todos los contemporáneos del director soltando una lagrimita de nostalgia, la expresión artística hay que analizarla a fondo, está lleno de detalles pff, una obra maestra, la música sonando y dándole sentido a las vidas de las personas, uff, técnicamente no tiene más que un par de fallas según yo (ya luego me di cuenta que fue sólo una, cuando están en el metropolitan y quieren ir a la alameda toman el camino equivocado, hasta eso fue grandioso y la otra, el avión que no sigue su camino cuando aparece Zobec, hay que investigar el ¿por qué?). La trama es un golpe duro y ruin a los hombres de nuestra nación, como llegamos a desaparecernos para satisfacer nuestros propios placeres, no importa la clase social a la que se pertenezca, de igual manera en este ámbito el hostigamiento a las mujeres y como hay que sacar a la familia (de sangre o no), la película no trata de la vida de una trabajadora doméstica sino de la mujer mexicana, llevada a la pantalla por estas dos impresionantes actuaciones, se entiende el por que nuestro país es un matriarcado y el por qué del machismo, falta la figura paterna que aplaque el machismo en nuestro país, falta la mano suave del hombre para sus hijos, falta la responsabilidad ante lo primordial. Arrepentido me siento (imagino que al igual que muchos paisanos) de no haber ido al casting en Paraiso, un deleite ver las playas y Puerto Ceiba, por trabajo las he caminado pero nunca las había sentido como hoy, (meteré mi puta cuchara pero ni modos) me transportó a aquella tarde en que conocí el mar en Centla, las mismas olas que se llevaban mis miedos a cruzar el límite permitido y mostrar que hay una gran inmensidad por descubrir. Todas las personas nacimos por algo y para algo, Cuarón lo muestra bellamente en esta cinta, no todos estamos destinados a hacer lo que el mundo ve que es lo correcto, no todos tenemos las mismas herramientas en el seno familiar ni los mismos talentos para usar las herramientas que nos tocaron, me imagino a Cuarón saliendo del pensamiento en el hacer dinero y agarrando al cine como forma de expresión, el no necesitaba hacer una casa o tener que comprar un coche así que no le interesaba ocupar su vida en ello, cada uno debe sentir y hacer con orgullo lo que nos toca. Yalitza y Marina muestran la belleza de la mujer mexicana, esa que es capaz de enamorar hasta al mismo Papa.

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